La sostenibilidad campesina
Nunca oí a ningún campesino hablar de sostenibilidad, ni de energías renovables, ni de economía circular,...... Al menos no con estos términos. Eran y son las comunidades campesinas las que nos han enseñado y enseñan a vivir en los entornos naturales. Ahora les ponemos nombres para poder identificar ciertas variables, pero no estamos inventando nada, más allá de dar cierto rigor científico a lo que las comunidades campesinas hicieron siempre.
Si hablamos de sostenibilidad como el concepto amplio que debe ser, en el que se incluyen modos de vida, necesidades de consumo, energías renovables, gestión de recursos,..... son las comunidades campesinas las que más lecciones pueden darnos en general.
Un inciso. No confundamos comunidades campesinas con comunidades rurales. A día de hoy, en la mayoría de los casos, no son lo mismo. Las costumbres que el medio rural ha absorbido de los entornos urbanos nada tiene que ver con las costumbres campesinas. El cambio de modelo durante la "revolución verde" de una producción campesina a una agricultura industrial o industrializada cambió totalmente el paradigma del campesinado.
Y fue este motivo, junto con la migración hacia las comunidades urbanas en busca de un "futuro mejor", el gran motor de la infravalorización del modo de vida campesino. Máxime cuando los números demuestran, en todas las variables desde mi punto de vista, que hablar de sostenibilidad efectiva es volver a poner en práctica modelos campesinos adaptados a nuestras realidades sociales, culturales, fiscales,....
Hablando de minifundios, pequeñas superficies de tierra que sostenían las economías de cada casa (junto con el aprovechamiento mancomunado de las tierras comunales), la relación de éstos con el campesinado es indiscutible. Siempre han ido de la mano. Y es una vía a recuperar cuanto antes mejor.
Quien tiene poca superficie es capaz de realizar muchas de las tareas de una manera artesanal, con herramientas que no necesitan combustible más allá de las calorías y ganas que nuestras manos invierten. Y, por lo tanto, la necesidad de maquinaria disminuye sí o sí. Esto repercute igualmente en el tamaño de la maquinaria que pudiera requerirse (las empresas de maquinaria ya fabrican modelos para minifundios). Un ejemplo: a menor peso de una máquina menor compactación en nuestros suelos (la ausencia de compactación es factor básico de una buena estructura de suelo).
Ahora bien, la idea no es sustituir maquinaria grande por maquinaria pequeña. Lo siento por los fans de la maquinaria y por aquellos que hace años que no se manchan las botas de tierra al no tener que bajar del tractor. La idea es rebajar la necesidad no solo del uso de la maquinaria, sino de la misma presencia de ésta. Y para eso están los minifundios, para minimizar esa necesidad.
Y también hay que ser realista. Hay momentos del año en los que una desbrozadora, una motoazada, un tractorín con un remolque,....facilitan ciertas tareas que de otra manera nos quitarían mucho tiempo y deberíamos invertir muchísimo esfuerzo. Y en estos pequeños detalles radica la calidad de vida de cada profesional: tener tiempo para descansar, estar con la familia, socializar,.....cada cual que elija, para gustos los colores.
Para poner en marcha un proyecto de estas características desde cero, en la mayoría de los casos, mejor olvidar el párrafo anterior. Pues ese tiempo que mencionábamos, durante los dos primeros años como mínimo, quizás no vaya a existir tanto como nos gustaría.
Otro detalle que se nos escapa con mucha frecuencia es la falta de compra común de maquinaria (el modelo de Cuma extendido en Francia me pareció muy bueno y efectivo). Si bien es cierto que en todos los pueblos siempre hay préstamos de maquinaria entre vecinos o hay gentes que se echan una mano cuando hace falta, creo que hay un exceso de maquinaria en general por el simple hecho de no tener que depender de lo que haga o no el vecino. Y, no nos engañemos, a los fabricantes de maquinaria la agricultura industrial les ha hecho ganar cantidades enormes de dinero, directamente subvencionadas mediante dinero público.
Así que, como todo, esto es un cúmulo de muchos factores. Pero, principalmente, la necesidad impuesta por la agricultura industrial durante los últimos 60 años. Y quien a estas alturas no se haya dado cuenta que el modelo industrial no funciona (y es tremendamente inseguro) es que está ciego o no le interesa ver. Y a quien no le interesa ver el problema del calentamiento global, las migraciones masivas por el clima y los problemas de agua y fertilidad de los campos de cultivo que se nos vienen encima, y que ya están presentes, es mejor encerrarlo hasta que se le pase la demencia.......¿Nos vamos a suicidar?
Siempre y cuando la maquinaria sirva para facilitar los sobreesfuerzos y satisfacer nuestras necesidades de tiempo para vivir lo más cómodos posible, ésta será siempre bienvenida. Y si es mancomunada mucho mejor. Pero hay que poner límites realistas que miren al futuro de frente, al futuro del frente climático.
Para terminar dejo una frase de un campesino catalán del cual me acordaba después de haberme pegado alguna buena paliza, en aquellos momentos en los que aún me faltaba demasiada experiencia:
"MÁS VALE UNA BUENA PENSADA QUE UNA BUENA TRABAJADA"
Publicación original en el blog Minifundios: el futuro es campesino
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